Después de retirarse del mercado asiático en 2016 debido a las grandes pérdidas que sufrió la compañía, la aplicación decide volver a apostarle a China, pero en esta ocasión será implementando una nueva técnica de movilidad mediante patinetas y bicicletas eléctricas rentables, que además de ser fáciles de ubicar pueden ayudar al medio ambiente, pues estos no generan los gases contaminantes que tienen los vehículos tradicionales.
Rachel Holt, jefa de la unidad de Nueva Movilidad de UBER fue la encargada de hacer pública esta información, y también añadió que en un futuro la aplicación podría llegar a Japón.