Muchas veces, en el momento de estar con la pareja o simplemente a la hora de tener relaciones sexuales, ocurre el problema de que se confunden nombres y técnicas. El deseo y la excitación llevan factores que los hacen diferentes y aquí se los contamos:
El deseo, se desencadena desde los sentidos, desde ver, oír, tocar o imaginar. El deseo, da paso a imaginar fantasías o conductas que nos llevan a otro nivel, es decir, que nos lleven a satisfacer estas necesidades. Ahora, la excitación, luego de crear, de imaginar, llega este punto, que sucede a través de la estimulación erótica. En está fase se siente una tensión que recorre y ocupa toda la parte o la mayoría de nuestro cuerpo.
La idea de que uno se complemente con el otro, es dejarse llevar, tranquilizarse y dejar que el cuerpo se exprese de la manera más cómoda. al final del recorrido, encontraran la satisfacción espera, por ejemplo un orgasmo.