Difícil de creer pero según estudios de NYU, dejar fluir la rabia trae beneficios, las personas establecen propósitos y fijan sus metas. Esto a la vez funciona mucho porque dicho desde otro punto poniendo de ejemplo, los rencores obsesivos de Newton, las reacciones de Steve Jobs, las desesperaciones de Freddie Mercury hasta las rabietas de Beethoven, eran situaciones que formaban al ser humano para alcanzar sus metas.
Por eso dejar fluir estas emociones que para muchos pueden ser tóxicas tiene muchos beneficios porque el enfoque en nuestras cosas para a ser uno.