Bruselas ha anunciado este martes la adopción de nuevas normas encaminadas a favorecer el alargamiento de la vida útil de los electrodomésticos, su menor impacto ambiental y el ahorro económico para los ciudadanos.
Las neveras deberán estar disponibles un mínimo de siete años después de que el consumidor compre el aparato y 10 años en el caso de lavadoras y lavavajillas, que además deberán utilizar menos agua. La norma española prevé un plazo de tres años menos para la disponibilidad de piezas funcionales de aparatos domésticos.
La propuesta, que entrará en vigor en 2021, trata de evitar que los usuarios acaben tirando a la basura productos susceptibles de seguir funcionando por la ausencia de repuestos o herramientas para arreglarlos.
«los nuevos requisitos de reparación ayudarán a mejorar la vida útil de los electrodomésticos cotidianos, que fallan demasiado rápido». Sin embargo, critican que ciertas piezas de repuesto y consejos de mantenimiento «solo estarán disponibles para reparadores profesionales, lo que significa que aquellos que quieran hacer las reparaciones por sí mismos, especialmente por razones económicas, se quedarán fuera».
todos los servicios de asistencia técnica están obligados a dar servicio de piezas de repuesto durante al menos siete años» para los componentes funcionales. Este plazo es de cinco para los aparatos con un precio inferior a 60 euros y de dos para los componentes estéticos que no afecten a la operatividad del electrodoméstico.