La cantante desvela la parte oscura de la fama.A pesar de tener cinco Grammys y haber vendido 58 millones de discos su vida no ha sido tan sencilla, creció en un hogar caótico y en una industria donde había demasiada competencia para una adolescente a quien la fama le llegó a edad temprana. Así lo siente y lo recuerda Christina, que ahora es madre de dos hijos, Max de 11 años y Summer de cinco.En una entrevista publicada recientemente en The Sunday Times recuerda sus comienzos y se decide a no callar sobre su vida más temprana. «En este negocio hay muchos lobos», afirma Aguilera. «Encontré hombres mayores que tenían otras intenciones. Cuando eres una joven en un negocio con reglas masculinas vas a ver el lado oscuro de las cosas y cómo hablan los hombres de las mujeres, como ellos hablaban sobre mis pechos», recuerda ahora la artista.
«Si pudiera mirar ahora a esa niña que fui, la abrazaría y le diría que no todos los hombres son iguales», continúa. «Cuando la gente acepta estos comportamientos diciendo: ‘Ya sabes, los hombres son así’, me desagrada. Porque siento que los hombres deben rendir cuentas por eso». Y añade: «Vi a mi madre muchas veces en posiciones de debilidad y muy dominada. Esa fue una de mis decisiones como mujer, nunca sentirme impotente ante un hombre.
Todo aquello quedó atrás y ahora su trabajo se identifica por su capacidad de reinvención y por canciones en las que sus letras hablan de amor, de su infancia, de la autoestima, la sexuallidad, el feminismo y el empoderamiento de la mujer.