Debido a la pandemia y al confinamiento obligatorio en Colombia, el sector creativo y cultural quedó completamente paralizado, lo que generó que miles de artistas como cantantes, bailarines, músicos, maquillistas, fotógrafos, djs y más, quedaran completamente aislados de los espectáculos en vivo y de la conexión con miles de espectadores que los apoyaban.
No es un secreto que el impacto económico negativo en este sector fue bastante grande, pues miles de eventos quedaron completamente cancelados y otros aplazados hasta nueva orden hasta que la salud de las personas no corriera peligro.
Fueron varios los conciertos que quedaron completamente cancelados, artistas que se esperaban con muchas ansias como Billie Eilish, Harry Styles, Chayanne, Niall Horan, y muchos más, quedaron descartados para que visitaran la ciudad de Bogotá durante los años 2020 y parte del 2021. Sin embargo, una voz de aliento a mediados de agosto de 2021 la dió el ex Ministro de Salud Fernando Ruíz, anunciando la creación de los protocolos de bioseguridad que serían necesarios y obligatorios para el regreso de las actividades y eventos masivos en el país.
En consecuencia, desde enero del presente año las redes sociales, los medios de comunicación y las promotoras de eventos en Colombia han perdido el control anunciando conciertos y eventos sociales que han logrado emocionar a gran parte de la población incluyendo a sus creadores. En Bogotá se ha destacado el fenómeno del «sold out» en varios eventos, se presume que en la capital han llegado más de 200 artistas nacionales e internacionales, donde se han presentado más de 150 conciertos aproximadamente, algunos de ellos repetidos entre cuatro y cinco veces debido a la alta demanda.
La visita de grandes e influyentes artistas ha sido la razón por la que el impacto en boletería y utilidad de los eventos haya sido tan positiva, pues en Bogotá artistas como Morat con cinco fechas en sold out, Miley Cyrus, Coldplay, Dua Lipa, Bad Bunny, Daddy Yankee, La Rosalía, entre otros, y la creación de uno de los festivales más importantes de Colombia como el Estéreo Picnic que logra reunir en un mismo mes a más de 60 artistas nacionales e internacionales de talla mundial como Twenty One pilots, C tangana, Foo fighters, Doja Cat, Black pumas, Kendrick Lamar y muchas más, logran atraer a la mayor cantidad de público incluyendo los diferentes géneros musicales, mantenido la esencia de un país diverso y multicultural que apoya los espacios de entretenimiento en un 97.7% de acuerdo a estudios realizados en la capital.
El regreso de estos eventos tuvo varias consecuencias positivas sobre todo en los artistas, espectadores y personal que recuperó su empleo en estos espacios después de tanto tiempo, es decir, que el impacto ha sido a nivel, económico, emocional, cultural, y turístico.
Juan Carlos Molina economista en la universidad de la Salle, con magister en estudios y gestión de desarrollo expresó que los eventos han tenido un gran impacto a nivel Bogotá ya que es la ciudad en donde más se realizan eventos y por lo tanto confirma que «han impactado a niveles de empleos directos y empleos informales en la capital».
Es notable afirmar que los porcentajes de crecimiento en el sector musical y artístico, también es gracias a la participación de los ciudadanos en cada uno de los eventos que se planean mes a mes. En promedio se puede decir, que un bogotano a pesar de los bajos niveles salariales está dispuesto a gastar entre $200.000 a $900.000 pesos en una boleta para asistir a un concierto, lo que corresponde a una participación del 60.4% de los eventos anunciados en la capital con una asistencia entre uno y cuatro conciertos al año. Además, el 97.7% de la población considera pertinente y necesario la realización de conciertos en la ciudad porque es una buena forma de atraer turismo y aportar al crecimiento económico del país.
Esto acompañado del resurgimiento de las industrias creativas ha aportado también en el proceso de activación del sector turístico en el país, ya que Colombia ha sido uno de los países elegidos como escenario de varios artistas que también son relevantes en países como Venezuela, Ecuador, Bolivia, Perú y Chile, pero no son visitados por este tipo de artistas, lo que ha generado afluencia de turistas que vienen a disfrutar de los eventos.
Por otro lado, también se habla de la participación nacional, puesto que habitantes de ciudades lejanas y aledañas a la capital han sido partícipes de los grandes eventos musicales que se realizan únicamente en la capital. En conversación con el experto en relaciones económicas y desarrollo, se plantea que además del impacto en el aumento de empleos, a su vez se interviene el sector transporte, ya que se ha venido reactivando gracias a la creación de actividades culturales en la ciudad, cosa que no se lograba al realizar los conciertos vía streaming.
Del streaming al mundo real
Recordemos una parte no muy agradable de la vida en el 2020, durante la pandemia se presentaron eventos que se realizaron a través de plataformas virtuales, iniciativas apoyadas desde el Ministerio de Cultura e Idartes, como una alternativa de solución para la distracción a causa del encierro. La dinámica era muy similar a los conciertos presenciales, los participantes compraron sus boletos de ingreso para escuchar música en vía streaming y las expectativas eran altas en este tipo de eventos, pero para algunos las emociones adquiridas no eran las mismas y llegaban a un proceso de conformismo. «Siento que a pesar de que las industrias musicales buscarán la manera de renovarse, los conciertos virtuales no fueron lo que nosotros como espectadores esperamos, hacía falta escuchar la euforia de las personas y sentir el contacto humano, en lo personal sentía que había comprado una boleta para ver videos de youtube» comenta Yaneth Ospina asistente y amante de la música en vivo.
Así mismo, Bless trafic artista local urbano manifestó la gran importancia de volver a los escenarios «La reactivación de la industria me ha beneficiado totalmente porque se han unido una ráfaga de eventos que han ayudado a activar nuevamente la marca, incluyendo shows, merchandising y por supuesto, el contacto con los fans que es lo más importante para un artista». Algunos artistas y fans confirman que durante la pandemia en los conciertos virtuales nunca llegó a sentirse la misma emoción y energía que en uno presencial porque el estar con el público y compartir el mismo espacio hace parte de la esencia de un verdadero concierto.
La reapertura del sector cultural y la realización de conciertos presenciales también ha logrado influir en la salud mental de la población. En Bogotá de acuerdo con el censo realizado en la población entre los 18 a 36 años, se observa que el impacto que tiene la música en vivo post pandemia es del 67.4%, pues, aseguran que los conciertos logran cambiar el estado de ánimo, en muchos casos siendo terapéutico ya que fomenta la interacción con personas en espacios de recreación dado que son cargas de energía positiva, rompen rutinas, permiten relajación y distracción, y ayudan a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos en un 90.7%.
¿Qué esperamos de esta industria?
«Si nos salimos un poco de la base de la cultura, el fútbol puede llegar a tener más rentabilidad que los conciertos, pero hablando netamente en el sector cultural los eventos y festivales son los que más utilidad generan», comenta el economista Juan Molina. Para el 2023 se espera que el éxito en calidad de artistas y venta de boletería sea el mismo o logre superar lo vivido en el año 2022, así mismo, que la participación del público sea igual o mayor evitando que todo lo generado este año no sea solo por la euforia y emoción de volver a los eventos públicos y este es uno de los grandes retos al que se enfrentan las promotoras de eventos.
Se esperan anuncios de conciertos importantes para mitad de año próximo, conciertos que en este momento se encuentran en negociación y aparentemente nuevas ediciones de festivales como Cordillera o knotfest que en este año representaron un gran éxito en ventas y en espectáculo para el país.
Investigación realizada por Stephania y su equipo de investigación