Barbra Streisand, Madona, Björk, Cher y Lady Gaga son algunas de las artistas que han probado suerte en el séptimo arte.
Madonna no le va a la zaga en número de incursiones desde que en 1985, un año después del torbellino del disco «Like a virgin», intentara remover además las salas de cine con su papel en «Desperately Seeking Susan», para la que cantó «Into the Groove».
Entre medias, otra reina del pop probó suerte con «The Bodyguard» (1992), Whitney Houston, que experimentó un gran éxito de taquilla, rescribió con su impresionante registro vocal el «I Will Always Love You» de Dolly Parton, convirtiéndolo en la balada por antonomasia, e hizo de aquella la banda sonora original más vendida de todos los tiempos, con más hitos como «I Have nothing» o «Run to You».
El asalto musicocinematográfico que Lady Gaga acaba de realizar como protagonista de la enésima recreación de «A Star Is Born» es el último de una larga lista de flirteos del cine con las grandes divas de la canción con desiguales resultados, tanto para la vista como para el oído.
La cantante presentó «A Star Is born», una historia de amor perenne desde su estreno en 1937, pues ya suma cuatro versiones con la de Bradley Cooper, inspirada especialmente en la última, un recordado musical de 1976 con Barbara Streisand y Kris Kristofferson. En el filme, Gaga interpreta a Ally, una camarera con impresionantes dotes vocales que un día conoce y se enamora del rockero Jackson Maine (Cooper).
