Hija de una familia humilde del sur de Londres (su padre trabajaba en una tienda de empapelados y su madre era empleada doméstica), Austin trabajaba en una tienda de ropa de moda en Londres (Biba), cuando conoció a Mercury. Él tenía 24 años y ella 19. Mary Austin y Freddie Mercury se conocieron en 1985 La relación empezó a enfriarse cuando la carrera de Mercury comenzó a crecer.
Mercury recién se había graduado en la carrera de Arte y Diseño Gráfico y estaba dando sus primeros pasos hacia formar la banda que más tarde se convertiría en Queen.
Pocos meses después de este encuentro, Austin y Mercury comenzaron a vivir juntos en un departamento en el lujoso barrio de Kensington y, en 1973, Mercury le pidió matrimonio, emocionada y sorprendida, Austin dijo sí. La boda, sin embargo, nunca llegó a materializarse.
A medida que crecía su carrera, Mercury pasaba cada vez más tiempo fuera de la casa, y la pareja empezó a distanciarse. Austin sospechaba que el cantante la estaba traicionando con otras mujeres pero, durante una de sus discusiones, el cantante le confesó que era bisexual. Si bien la relación física entre ambos cesó a partir de ese momento, la relación de amor y amistad continuó su curso.
Mercury se las ingenió para tener a Austin siempre cerca: le compró un departamento a poca distancia de su casa para que pudieran verse a través de la ventana, y le encontró un rol administrativo dentro de la banda.
Aunque Austin más tarde se casó con otro hombre y tuvo dos hijos (luego se separó y armó otra pareja), nunca dejó de estar fuertemente involucrada en la vida de Mercury.
Ella fue la primera a la que el cantante le confesó que tenía SIDA.