Se trata de un grupo de estudiantes que trabajan en promover la venta de sus estornudos para pagar sus estudios y aunque sea difícil de creer, hay gente que disfruta este tipo de shows y que son capaces de pagar por verlo.
Esto puede ser utilizado como fetiches antes, durante o después de tener relaciones sexuales, o simplemente como un estimulante. Ya existe un mercado que paga por escuchar los estornudos de las personas. Una joven mencionó que realizó dicho reto viral y comentó que «Recibí una solicitud de un hombre que quería que estornudara en un baño público, por la privacidad, el eco y el carácter clínico del lugar”.
Los precios varían dependiendo mucho de lo que el cliente pida pero el costo esta entre 20 0 30 euros que significa 50 o 90 mil pesos colombianos, hasta los 100 según lo que pida el cliente.