El primer restaurante nudista de París anunció que cerrará sus puertas el mes que viene, tras poco más de un año de servir cenas en cuero en el este de la capital, una apuesta que no dio resultados.
«Reserven rápidamente para disfrutar de una última cena desnudos en París. ¡Ahora o nunca!», escribieron sus propietarios, los gemelos Mike y Stéphane Saada, quienes no practican el nudismo y servían las mesas vestidos.
Los clientes dejan sus prendas en el guardarropa de la entrada, quedándose solo con las zapatillas que proporciona la casa, excepto las mujeres que prefieren dejarse puestos los tacones.
Propone dos menús, a 39 y 49 euros (44 y 56 dólares).
Francia es el primer destino mundial de nudismo: con 2,6 millones de ejercitantes en el país, la cifra supera los cuatro millones de personas en verano repartidas en playas y cámpines, según datos de la Asociación de Nudistas de París (ANP).