Ya pasaron ocho años desde que la Reina del Pop se subió a un escenario en San Petersburgo, y promovió un discurso a favor de la comunidad LGBTI. Sin embargo, la cantante tenía prohibido esto, ya que Rusia iba a entrar entonces en vigor una ley para castigar la “propaganda de la homosexualidad y la pedofilia entre los menores”.
A raíz de esto, a la artista la multaron por un millón de dólares. Ahora, recordando aquel acontecimiento con un vídeo en sus redes sociales, dice con sorna: “Nunca la pagué”.
“Estoy aquí para decir que la comunidad gay y las personas gays tienen los mismos derechos. El mismo derecho a ser tratadas con dignidad, respeto, tolerancia, compasión y amor, aquí y en cualquier otro lugar del mundo” exclamo rodeada de un público con banderas arcoíris.
I made this speech at a concert in St. Petersburg 8 years ago. I was fined 1 million dollars by The government for supporting the Gay community.
I never paid……………….. #freedomofspeech #powertothepeople#mdna https://t.co/6wH53V4aUn pic.twitter.com/LGhV5gUerc— Madonna (@Madonna) July 20, 2020
Ahora, la Reina del Pop es un icono para la comunidad. Su sencillo Vogue, es un himno para el colectivo, ya que sus coreografías están inspiradas en pasos de los hombres gays negros en los clubs nocturnos de Nueva York.
Finalmente, en 2016 la cantante volvió a enfurecer a las autoridades rusas por apoyar a la agrupación rusa Pussy Riot, detenidas 21 meses por cantar contra Vladimir Putin, y que aquella noche gritaron: “Rusia no es Putin y Rusia será libre”. La cantante se tatuó su nombre en la espalda, a manera de apoyo a la agrupación.