Cáncer? Firmeza? ¿Flacidez? ¿Qué hay de cierto en todo esto?
En internet y por tradición oral suelen comentarse muchas curiosidades y mitos sobre el mundo. Por supuesto, la idea de los senos femeninos ha constituído para muchos un tabú, y a su vez, un objetivo infaltable para decir miles de cosas, pero ¿Qué tanta verdad hay en estos mitos?
El primero de ellos es que la varilla del sostén puede generar cáncer de mama. En realidad, este mito surgió en los años 90s, y afirmaba que esta varilla obstruye el líquido linfático o incluso la propia circulación del pecho, y que podía derivar en un tumor, sin embargo, luego de décadas, aún no hay pruebas de esto. Lo que sí es verdad es que puede ser incómoda. Un consejo para evitar eso es mejor lavarlos a mano y no en lavadora.
“Entre más se use, más-menos firmes tendrás los senos”
Falso. Aunque al momento de usarlo puedes darle la forma que deseas, una vez que lo retires puede variar el resultado, pues en realidad lo que influye en la firmeza de las “boobies” depende de otros factores como la edad (niveles de elastina y colágeno), el tamaño y, por supuesto, la gravedad. De hecho, Jean Denis Rouillon hizo unos estudios referentes al tema, sin embargo, hoy día la ciencia no confirma ni desmiente sus teorías.
“Usar brasier deportivo-no usar sosten levanta los senos”
En realidad, no hay muchos soportes científicos. Impulsados por el factor genético, la dieta y el nivel hormonal de la mujer, el tamaño puede variar, pero el uso de brasier NO influye en realidad en el tamaño, pues los senos son principalmente, grasa corporal, por lo que moldearla no es nada fácil.
En resumen, el vestir o no vestir sostén sólo debe tener una base de criterios para ser elegidos: Tu comodidad, tu seguridad y tu deseo de hacerlo o no hacerlo.