El árbitro Alan Maloney impuso esta condición para que el joven pudiera participar en un asalto a finales de 2018 en la ciudad norteamericana de Nueva Jersey.
Maloney ha sido suspendido durante dos años, tras una larga disputa entre la División de los Derechos Civiles y la Asociación interescolar de Atletismo de Nueva Jersey. «La discriminación racial en la aplicación de las reglas de cualquier deporte es incompatible con el espíritu del juego limpio», afirmó en un comunicado el fiscal general de Nueva Jersey, Gurbir Grewal.
Andrew Johnson decidió, motivado por la presión del momento según algunos testigos, aceptar la norma impuesta por el árbitro y cortarse el pelo en plena competición, pero esto es injustificable, ya que la Federación Nacional de Asociaciones Estatales de Escuelas de Secundaria, aceptan ese tipo de tranzados siempre que quede bajo el gorro de competición.
El gobernador del estado Phil Murphy, del partido demócrata, ha condenado los hechos. «Ningún adolescente debería verse obligado a elegir entre su identidad y practicar deportes»